Historia del Combate Medieval en Argentina: Todo lo que tienes que saber sobre la batalla contra la Selección de Gran Bretaña
Sin miedo a nada y con un fuerte equipo, conformado por históricos competidores de la escena, esta selección pasó a la historia del Combate Medieval por su pelea contra la Selección de Gran Bretaña.
24 años de prisión a mujer que pactó duelo medieval entre sus amantes
En el pintoresco escenario de las complejidades amorosas, un acontecimiento inusual y trágico ha sacudido la ciudad británica de Dartford. Asta Juskauskiene, una mujer de 35 años, ha sido sentenciada a prisión por la Corte Real de Kingston tras ser declarada culpable de planear el asesinato de su ex esposo en un extraño duelo. Los protagonistas de este oscuro drama son Giedrius Juskauskas, el desafortunado ex esposo, y Mantas Kvedaras, el amante de Asta.
La historia, digna de una novela de suspense, tuvo lugar en junio del año pasado. Asta, en un intento de resolver el triángulo amoroso que la vinculaba con su exmarido y su amante, ideó un enfrentamiento mortal. La premisa: ella prometía quedarse con el vencedor de la batalla.
Sin embargo, este duelo medieval a muerte llevó a Giedrius Juskauskas a una trágica pérdida. Con más de 35 puñaladas, el desafortunado hombre encontró su fin en manos de su rival amoroso.
El jefe inspector Laurence Smith describió el ataque como "calculado y despiadado", subrayando la angustia que debió haber experimentado Giedrius en sus últimos momentos.
Mantas Kvedaras, el amante y también victimario, enfrentó su propia condena en octubre, siendo sentenciado a 22,5 años de prisión por el asesinato. En un giro peculiar, el procurador Hugh Davies señaló que "la persona que causa el golpe fatal no es necesariamente la más culpable", justificando así una condena menor para el autor material del crimen.
Asta Juskauskiene, la mente detrás de este siniestro duelo, recibió una condena de 24 años por orquestar el crimen. La mujer, originaria de Reino Unido, ahora pagará un alto precio por su actitud manipuladora y controladora que llevó a esta tragedia.
Este oscuro capítulo en la historia de Dartford nos recuerda la delgada línea entre el amor y la obsesión, mostrando que, a veces, las tragedias más impactantes se desenvuelven en la realidad más inesperada.

